simultaneidad

y algo debió ocurrir, porque de pronto, ya estaba apoyada en una ventanilla del vagón.
dos que se miran a los ojos,
cuatro ojos que se encuentran a lo lejos...

ella piensa en el desayuno que nunca pudo disfrutar entre sábanas y besos,
unta con ritmo de caderas muertas la mantequilla light en tostadas de cereales ricas en fibra.
y en las últimas páginas del "20minutos" escribe nombres para el niño de su vientre.
cuando surge una L,-ele de Laura, de Luís...escribe LIBERTAD
y repasa cada letra como si de tejer se tratara y ella si fuera una Penélope cualquiera.
mira su reflejo en el cristal de enfrente:
su cara blanca y morada,
su vientre bonito y maltratado.
silencios y gritos amordazados entre perdones y "tejuros"

el tren frena poco a poco y lentamente hasta parar.
me bajo.
el mundo por una parada