creo que lo que me gusta de él es que te ayuda en esos días de absoluta incomprensión,
que te encoge, te hace un ovillo, apretado, cada vez más pequeño, ahí, justo detrás del ombligo... y hace que todo salga volando por los aires

aquella primavera quería ver si podía llegar todavía más alto. y lo conseguí, dí una vuelta entera a la rama del árbol en el que estaba colgado.
hoy sigue en el jardín.

Comentaris

Anònim ha dit…
Avísame, bella dama, y así compartimos unos brebajes y alguna que otra aventura :D

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