- Quién sabe. A mí me parece que los peces ya no quieren salir de la pecera, casi nunca tocan el vidrio con la nariz.

- Pero el amor también podría ser eso. Qué maravilla estar admirando a los peces en su pecera y de golpe verlos pasar al aire libre, irse como palomas. Una esperanza idiota, claro. Todos retrocedemos por miedo de frotarnos con la nariz contra algo desagradable. De la nariz como límite del mundo, tema de disertación.

Julio Cortázar. Rayuela
 

(sin) condicionales y con agua evaporada
Y la Maga, y Oliveira y las putas casualidades
Y sí, me he dado cuenta de lo mucho que me marcó este libro

Comentaris

Pajarraca ha dit…
Pues por la casa fantasticamente, aunque eso sí, parece un horno de asar pollos (you know the buhardillas).

Y nada, tras unas cuantas pequeñas aventuras y/o accidentes sigo buscando currrrrrrro del demonio, ¡groargh!

Espero que lo estés pasando chachipiruli por Cáceres y que no te aburras mucho en la produtora (:



Un beso de big big Muzzy
César Rina ha dit…
Salomón, 3, 14-15

Me di cuenta de que todas las obras de Dios perduraban en el tiempo.

Que no se puede hacer nada en su favor ni en su contra.

Lo que sucede, ya ha sido,

Y lo que será, también ha sido hace mucho tiempo.

Dios muestra de nuevo lo que ya ha pasado.
Anònim ha dit…
Enhorabuena por el pisico ;)


¿Cama de matrimonio? ¿Buen sofá cama? JO JO JO JO

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