c o t i d i a n i d a d e s
Venía hacia casa, en el autobús de la universidad.
Pillé el 2214 porque el 2110 tardaba demasiado y me apetecía salir corriendo de los jardines de la UPV
El 2214 pasa por todo el centro de Bilbao,
asique he estado mirando aténtamente por la ventanilla a falta de música o un libro para leer, observando con atención la cotidianidad de la urbe.
A la gente que mira un escaparate,
entra a una tienda y después de un rato,
se compra alguna cosa,
una camiseta, una bolsa de patatas, el pan... cualquier cosa sirve.
A los abuelos que salen a pasear con sus chapelas, su bastón y su jersey de lana,
o a las señoras que pasean a esos perros diminutos con lacitos en el pelo.
Y no he sido capaz de saber qué estaban pensando sus cabezas, y claro,seguramente
ellos tampoco han podido adivinar qué hacía la mía aunque todos llevemos las mismas cosas aproximandamente.
Y luego me he fijado en una chica que recogía a dos niños a la salida del colegio
y he visto que uno de ellos lloraba mucho y se tiraba al suelo mientras su hermano se reía con otra niña a la que su madre le estaba riñendo mucho porque tenía toda la cara manchada de rotulador rojo y no entendía por qué la maestra le había dejado hacer semejante disparate a su hija.Y luego regresé al primer niño, al que lloraba y pataleaba seguramente porque tenía hambre y "su ñiñera" no paraba de hablar con otra madre y no le hacía ni caso, pero luego se ha puesto a llover y algunas gotas que caían en el cristal del autobús estaban formando un círculo concéntrico perfecto y me he detenido un tiempo mirándolas.
Cuando me subo al 2214 no puedo dejar de mirar por la ventanilla y mirarlo todo y como
no hay tiempo para comprobar qué es lo que sucede,
si el que ha entrado en la tienda después de mirar el escaparate se ha comprados las zapatillas azules o las rojas o si el perro de la señora que lleva un montón de joyas por el cuerpo cagará en medio de la calle o lo hará en el trozo de césped que hay al lado de ese árbol o si el niño dejará de llorar y le harán caso, me imagino el final de cada acción todo el rato.
Conclusión,
¿por qué hay que estar siempre haciendo algo?, incluso cuando vas sentada en el 2214 y no hay nada más que hacer que esperar a que llegue tu parada,
¿por qué no puedo quedarme quieta un momento sin decidir si giraré a la derecha en la siguiente calle o lo haré a la izquierda?
Pillé el 2214 porque el 2110 tardaba demasiado y me apetecía salir corriendo de los jardines de la UPV
El 2214 pasa por todo el centro de Bilbao,
asique he estado mirando aténtamente por la ventanilla a falta de música o un libro para leer, observando con atención la cotidianidad de la urbe.
A la gente que mira un escaparate,
entra a una tienda y después de un rato,
se compra alguna cosa,
una camiseta, una bolsa de patatas, el pan... cualquier cosa sirve.
A los abuelos que salen a pasear con sus chapelas, su bastón y su jersey de lana,
o a las señoras que pasean a esos perros diminutos con lacitos en el pelo.
Y no he sido capaz de saber qué estaban pensando sus cabezas, y claro,seguramente
ellos tampoco han podido adivinar qué hacía la mía aunque todos llevemos las mismas cosas aproximandamente.
Y luego me he fijado en una chica que recogía a dos niños a la salida del colegio
y he visto que uno de ellos lloraba mucho y se tiraba al suelo mientras su hermano se reía con otra niña a la que su madre le estaba riñendo mucho porque tenía toda la cara manchada de rotulador rojo y no entendía por qué la maestra le había dejado hacer semejante disparate a su hija.Y luego regresé al primer niño, al que lloraba y pataleaba seguramente porque tenía hambre y "su ñiñera" no paraba de hablar con otra madre y no le hacía ni caso, pero luego se ha puesto a llover y algunas gotas que caían en el cristal del autobús estaban formando un círculo concéntrico perfecto y me he detenido un tiempo mirándolas.
Cuando me subo al 2214 no puedo dejar de mirar por la ventanilla y mirarlo todo y como
no hay tiempo para comprobar qué es lo que sucede,
si el que ha entrado en la tienda después de mirar el escaparate se ha comprados las zapatillas azules o las rojas o si el perro de la señora que lleva un montón de joyas por el cuerpo cagará en medio de la calle o lo hará en el trozo de césped que hay al lado de ese árbol o si el niño dejará de llorar y le harán caso, me imagino el final de cada acción todo el rato.
Conclusión,
¿por qué hay que estar siempre haciendo algo?, incluso cuando vas sentada en el 2214 y no hay nada más que hacer que esperar a que llegue tu parada,
¿por qué no puedo quedarme quieta un momento sin decidir si giraré a la derecha en la siguiente calle o lo haré a la izquierda?
Comentaris
Un abrazo muy fuerte bella, me alegro mucho de haber descubierto este sitio!;)