CARTA REVOLUCIONARIA # 44**
(para mis hermanas)
Sabemos que la sangre
es nacimiento, la agonía
rompe puertas abiertas, como nosotros
podemos doblarnos, graciosamente, debajo de las cargas, socavando
como lluvia, o gusanos de tierra, como nuestros llantos
ceden a los llantos del recién nacido, como nosotros oímos
las súplicas de las voces alrededor de nosotros, no palabras
de pasión o astucia, descontando
ira u orgullo, crecemos fuertes
en nuestra propia fuerza, alquimia de mujer, brazos ágiles
para derribar muros, nos liberamos
fuera de nuestro conocimiento, labor, criaturas succionadoras, nosotros
nos liberamos, y alimentamos, como la tierra
Diane Di Prima
Ellas, que
Ellas, a las que nunca las dejaron ser.
Traducción del poema: Annalisa Marí Pegrum
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